Una casa con cerramientos o acristalamientos inadecuados, aislamientos insuficiente e instalaciones de calefacción, agua caliente y refrigeración de mala calidad, además de no ser confortable, nos puede pasar durante muchos años una factura muy cara debido a su alto consumo energético.
Calidad energética de la vivienda
Al comprar una vivienda, o al acometer obras de reforma, es muy importante que las instalaciones energéticas sean de buena calidad, para no estar lastrados por un gasto excesivo e innecesario de energía y dinero.
La Ley General para la Defensa de Consumidores y Usuarios permite al comprador de una vivienda de nueva construcción exigir al vendedor una “Memoria de Calidades”. La “Memoria de Calidades” debe legalmente incluir, como mínimo, la siguiente información sobre aspectos energéticos.
- Espesor, en centímetros, de aislamiento térmico que tiene el edificio.
- Clase de aislamiento térmico y acústico empleado.
- Tipos de ventanas y acristalamientos.
- Descripción de las instalaciones de calefacción y agua caliente.
- Especificación de la regulación automática prevista para dichas instalaciones de calefacción y agua caliente.
- Número y potencia de las calderas.
- Volumen de acumulación de agua caliente.
Recientemente, en España, se han aprobado disposiciones legislativas que establecen mayores exigencias energéticas, tanto en los aspectos constructivos de edificio, los cuales afectan básicamente a la demanda de energía, como a las instalaciones consumidoras de energía, que son las responsables de satisfacer nuestras necesidades energéticas de un modo eficiente.
El Código Técnico de la Edificación , que establece mayores exigencias en materia de aislamiento, iluminación, instalaciones de energía solar, térmica y fotovoltaica con el objetivo de reducir el consumo de energía de los edificios, y para que una parte de este consumo proceda de fuentes renovables.
El Reglamento de instalaciones Térmicas (RITE) y sus instrucciones Técnicas complementarias, que establece las exigencias de eficiencia energética de las instalaciones de calefacción, climatización y producción de agua caliente sanitaria.
La Certificación de Eficiencia de Energética de Edificios, por la cual a cada edificio se le asigna una calificación energética en función de la calidad de sus instalaciones de suministro de energía, y de sus características constructivas, que afectan a la demanda energética (aislamiento, cerramientos, etc.).
El Real Decreto 47/2007 hace obligatorio para edificios de nueva construcción la emisión de un certificado energético que se debe presentar junto con la documentación del mismo en el momento de su venta o alquiler.
Mediante la certificación energética, los compradores podrán conocer la calidad energética de una vivienda antes de comprarla. Por otra parte, los promotores y constructores tendrán que utilizar componentes estructurales y equipamiento de mayor calidad con objeto de conseguir una menor demanda energética y por tanto, una mejor valoración.
Desde la entrada en vigor del Código Técnico de la Edificación , en septiembre de 2006, es obligatorio que en todo edificio nuevo que se construya o se rehabilite, se instalen captadores solares térmicos para la producción de agua caliente sanitaria y del calentamiento de piscinas. La producción exigida dependerá del tamaño del edificio, de la situación geográfica en España y del tipo de combustible que se vaya a sustituir.
Forma y orientación
Un edificio mal orientado y con una forma inadecuada puede necesitar más del doble de energía que uno similar bien diseñado y orientado.
La forma juega un papel esencial en las pérdidas de calor de un edificio. En líneas generales, se puede afirmar que las estructuras compactas y con formas redondeadas tienen menos pérdidas que las estructuras que tienen numerosos huecos, entrantes y salientes.
La orientación de los mu
ros y ventanas de un edificio influyen decisivamente en las ganancias o pérdidas de calor de un edificio. En zonas frías interesa que los cerramientos de mayor superficie, los acristalamientos y las estancias o habitaciones de mayor uso estén orientadas al sur. Contrariamente, los acristalamientos y superficies orientadas hacia el norte deben ser lo más pequeños posible. En zonas muy calurosas, interesa que haya la menor superficie acristalada en la orientaciones con más radiación solar (la orientación sur y suroeste).
Color
Actuando sobre aspectos como el color de los muros o los tejados, podemos ahorrar energía. En Andalucía, por ejemplo, se pintan las casas de blanco para evitar una ganancia excesiva de calor, mientras que en la zona norte de España, los muros y tejados de las casas son de colores oscuros, que absorben más calor.
FUENTE DOCUMENTACIÓN: GUÍA PRÁCTICA DE LA ENERGÍA IDAE